• Buen concierto de Banda Sinfónica Gran Zurumucapio.

ZACÁN, Michoacán, 29 de noviembre de 2021.- Creador de al menos 600 obras musicales; director y músico de una de las mejores bandas del estado. J. Santos Campos Aguilera, fue autodidacta, aprendió música por su propio esfuerzo, posteriormente escribió composiciones y arreglos musicales de obras clásicas, música nacional e internacional, así como métodos para cada instrumento de banda y orquesta.

A 68 años de su fallecimiento, este gran músico zacanense, fue homenajeado por su pueblo natal. Se develó un busto frente a la Uatápera y se ofreció un concierto de música con la banda Sinfónica Gran Zurumucapio, dirigida por Cuauhtémoc Silva Abad.

Temas del homenajeado, como Aretes de Oro e Internado Indígena Vasco de Quiroga; también de otro compositor zacanense, Uriel Bravo, el tema de Josefinita. Granada, de Agustín Lara; Caballería Ligera, Concierto de Amor, fueron otros temas.

Santos Campos nació el primero de noviembre de 1867, y a los 7 años de edad empezó a estudiar música con Estanislao Huanosto, iniciando con la escala, luego el alto de Mi Bemol y de inmediato fue incorporado a la banda de música.

Ya cuando tenía 30 años de edad, en 1897, organizó su primera banda con, Anselmo Cerano, Porfirio Aguilera, Román Galván, Eugenio Chávez, Doroteo Medina, Nazario Valencia, Rafael Rosas, Cirilo Medina, Gregorio Cerano, Baltazar Campos, Estanislao Campos, Francisco Valencia, Luis Alfaro, J. Jesús Cerano, Justino Medina, Alfonso Alfaro, Pedro Rivera, Francisco Huanosto, Quirino Mendoza y Estanislao Huanosto.

En 1914, Santos Campos organizó la Banda Obreros, de la fábrica de hilados y tejidos de San Pedro en Uruapan, la que dirigió hasta 1925.

Regresa a su pueblo natal y forma una segunda generación de músicos, entre ellos, Juventino Méndez, Nicanor Ortiz, Lambertino y Benedicto Campos, Leobardo Medina, Francisco Ruiz, Juan Hernández, Dionicio Méndez, Elías Melgoza, José Aguilera, Uriel Bravo y Marcelino Alfaro.

Para 1940, obtuvo el primer lugar la banda de Zacán, en el Concurso Artístico de la Raza Purhépecha, en Uruapan.

En 1943, tras la erupción del Parhíkutin, emigra a Paracho, donde fue profesor de música en el Internado Indígena Vasco de Quiroga, al que le compuso una marcha.

Compuso más de 600 piezas musicales, entre marchas militares y fúnebres, toritos, valses, tonadas, sonecitos, abajeños, música para las danzas de viejitos, negritos, moros, pastoras y Uananchas. Falleció el 24 de febrero de 1953, a la edad de 83 años.

Lamberto Hernández Méndez