• Más de 500 artistas, en el concurso artístico.

Lamberto Hernámdez Méndez

ZACÁN, Michoacán, 17 de octubre de 2022.- La máxima expresión de la cultura purhépecha, se realiza en esta comunidad originaria, en donde participan más de 500 artistas de las cuatro regiones, en las modalidades de bandas de música, danza, orquestas y cantadores de pirekuas. El 18, la gran final.

Todo ello, en el marco del San Lucas, nombre de uno de los cuatro barrios, donde se realizan una serie de actividades pagano religiosas; en el atrio, exposición y venta de artesanías, principalmente de barro, con los tradicionales toritos.

Torneos de uarhukua, futbol y basquetbol, éste último, donde el equipo local obtuvo el campeonato, tras derrotar, primero, a La Palma y luego a Uruapan.

En la Uatápera, una construcción del siglo XVI, está la exposición del concurso artesanal, bordados a base de punto de cruz, sombreros de palma y tallado de madera; la premiación, al mediodía.

A las 14:00 horas, la exposición y venta de comida tradicional, en la explanada del auditorio cultural; tatemado, churipo y kurundas, no pueden faltar, con las tortillas azules a mano. Es patrimonio cultura de la humanidad.

A las 5 de la tarde, la feria del atole, también en la explanada; más de 40 colores y sabores, acompañados de pan, toqueras, pinole o calabaza endulzada.

Por la tarde, las finales del concurso artístico de la raza purhépecha, de bandas, danzas, orquestas y cantadores de pirekuas, éste último género, también patrimonio cultural de la humanidad, decretado por la Unesco.
El día 19, el famoso Toro de Once, que anuncia la celebración del jaripeo; acuden a este recorrido, cientos de personas, de diferentes partes del mundo. Es tiempo, aquí, de lucir las camisas y guanengos, de diferentes colores y modelos, todos, bordados en punto de cruz. Morral y sombrero de palma o trigo, los accesorios; en el morral, bebidas hidratantes. La banda de música de viento, a todo lo que da.

El jaripeo y el baile popular, para un buen cierre de fiesta de San Lucas; el tradicional barquillero, junto a la uatápera, nunca ha fallado. Allá nos vemos.