Arena suelta

 Por Tayde González Arias

 

 Ya nos despedimos del año 2022, y parece que se han olvidado varias cosas que pasaron, otras que están sucediendo y las que están por venir. La referencia acerca del olvido, es porque si bien es cierto que teníamos muchas ganas por volver a clases presenciales a inicios de año, pronto se nos olvidaron los protocolos de sanidad, se dejó de usar cubre bocas, como si ya no expulsaramos saliva al hablar o estornudar,  dejamos de usar gel antibacterial del modo en que se venía haciendo como si las bacterias ya se hubieran exterminado e incluso en muchos centros educativos los arcos sanitarios fueron retirados, como si estar aglomerados o asistir a lugares concurridos no incrementará las posibilidades de contagio, a sabiendas que el virus no ha desaparecido.

Respecto a lo que nos está sucediendo, no podemos dejarlo de lado, ni mucho menos mostrarnos desinteresados, pues en temas de seguridad las cosas no han mejorado (salvo en las cifras oficiales), pero la percepción de inseguridad en prácticamente y todo el país persiste, y la manera en la que podamos salir de los flagelos de robos, asesinatos, desapariciones, feminicidios, entre otros tantos delitos no se ve para cuando se puedan acabar.

 Ahora mismo nos estamos enfrentando a una crisis que pone en tela de juicio la legitimidad del trabajo con el que tituló una de las ministras del máximo tribunal de justicia del país, que deja mal parada a la señalada, a su directora de tesis y a también a la máxima casa de estudios, lo que supondría blindar el proceso de titulación de casa de estudios de mayor prestigio en el país, antes de que se sigan haciendo más y más visibles este tipo de casos, por lo que tendrán que realizar un trabajo minucioso también de sus sínodos así como de revisión estricta de las investigaciones científicas y profesionales.

En desarrollo también se encuentra, una reforma electoral que ha sido promovida desde el ejecutivo federal, que si bien es cierto no pasó como  originalmente se pretendía, la luchas de poder fue contundente al alinearse el partido en el poder y sus aliados, para que en un proyecto alternativo o plan b, se pretendan realizar modificaciones en las que todos meten las manos pero que no se ha informado a la mayoría de los ciudadanos, y que como otras veces ahora si se debió consultarse acerca de la eliminación de los famosos plurinominales, de los perfiles de los consejeros del instituto encargado de las elección, e incluso de los altos salarios que se gasta en la democracia mexicana, entre otros temas, que son de interés general.

La injerencia en la política de otros países, mediante declaraciones en medios del ejecutivo nacional, también es un caso en desarrollo, pues recibir a la esposa y familia del presidente de peruano, que intentó el golpe de estado en la nación andina, que está siendo investigado por corrupción en aquél país, sólo deja ver que no se actúa como hombre que piensa por todos, o habla en nombre de las y los mexicanos, sino más bien por lo que él siente y quiere. Así las relaciones con España que López Obrador, ha decidido poner en pausa, muestra el mismo pensamiento innecesario separatista, cuando lo que al mundo le hace falta es hacer equipo o unión.

En referencia a lo inmediato descrito, o arriba mencionado, se deja ver lo que viene para el 2023, y eso es la clara politización del país, y la polarización en crecimiento, no se ve que el año que venga se acabe la división que ha generado el poder, desde el poder, es decir, no pareciera que se tenga voluntad para que nuestro país se abra a leer y escuchar las diferencias de opinión sin pelear, denigrar o descalificar. Los fifís y los chairos, son términos que todos sabemos ahora en donde nacieron y cómo volvieron a salir a la luz en la boca del máximo mandatario, y hoy o eres parte del equipo o estas en contra, cuando la historia de la humanidad tiene muchos ejemplos de la vida buena y sana también y sobre la diversidad de opiniones y de visión de estado.

Se deja ver en la política nacional, el triunfo del partido en el poder en casi todos los estados o entidades que tendrán elección en el año por venir, y esto es una nueva oportunidad para reflexionar que cuando se tiene el control es más fácil hacer el bien, y se debe dejar atrás el rencor o cualquier otro sentimiento de revancha o coraje. Si bien es cierto que hay la llevamos en materia de estabilidad con respecto de otras naciones que también están en vías de desarrollo, hace falta abrir los ojos y ver para arriba, para que con miras de grandeza podamos alcanzar la estabilidad de los países europeos o asiáticos que nos llevan ventaja en educación de calidad, con maestros bien pagados, con tecnologías limpias, con sistemas democráticos limpios y baratos, y todo ello sin tener que empeñar su historia, sin divisionismos, sino manteniendo su estirpe ganando casi todo en casi todas las competencias deportivas, científicas, educativas de bienestar y hasta de felicidad.