Por Rafael Ayala Pineda

 

En el marco del centenario de la fundación de la Diócesis de Tacámbaro, como una proyección social y en memoria de su primer obispo don Leopoldo Lara y Torres, con un sencillo, pero bien organizado evento, el día 3 de agosto se realizó la inauguración y bendición de “LARA Y TORRES, Clínica Diocesana y Rotaria para Diabéticos”, estando presentes el Sr. Obispo Don  Gerardo Díaz Vázquez, representantes del Club Rotario Virreyes Morelia, los profesionistas, personal de servicio, familiares de  Don Leopoldo y otras personas invitadas.

En lo que habrá de ser la sala de conferencias de la clínica, el Médico Nefrólogo Hanzel R. Madrigal Cázarez presentó una charla titulada “La Diabetes y sus Implicaciones”, en la que expuso brevemente los síntomas, las implicaciones y los riesgos de la diabetes, así como los cuidados que requieren las personas que padecen esta enfermedad.

Enseguida, el Sr. Eliseo Ortega habló sobre la filosofía y los objetivos que persiguen los clubes rotarios en el mundo, que se resumen en el servicio y la ayuda a los demás; a su vez, el Sr. Francisco Jaimes Gamiño, tacambarense, por cierto, relató cómo con la colaboración de varios clubes rotarios de Corea del Sur, los Estados Unidos y de nuestro país, se reunió un fondo que sería destinado a un proyecto social y cómo, al platicar con el Sr. Obispo, se dio una total coincidencia de propósitos y de metas, naciendo el proyecto, en vista de la magnitud del problema de salud que representa la diabetes en nuestro país y probablemente más acentuado en nuestra región. Se acordó que la Diócesis aportaría el edificio y el personal administrativo y el Club Rotario el equipamiento en general.

Se busca que el proyecto sea autosostenible y permanente, por lo que los pacientes pagarán una pequeña cuota por los servicios que requieran.

Finalmente, el Sr. Obispo, en su intervención, enfatizó el hecho de que acciones como esta, son una forma de vivir la caridad cristiana, al acercar estos servicios a quienes menos tienen, en consonancia con la recomendación continua del Papa Francisco de hacer de la nuestra una Iglesia activa y generosa con todos.

El propio Sr. Obispo hizo la bendición de las instalaciones y develó la placa conmemorativa.

Agradecemos al P. Abel Pedraza quien coordinó la remodelación del edificio y llevó adelante el proyecto de la clínica que hoy fue inaugurada.