ARENA SUELTA

POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS

 

Todo aquello que nos proponemos lo podemos alcanzar, cuando menos, eso nos han dicho siempre que nos quieren animar a ser mejores, o a que se realicen nuestras metas, y no dudo en que exista razón en ello, aunque eso se relacionen directa o indirectamente en hacer todos y cada uno de los esfuerzos, que nos permitan obtener lo que tanto quisimos, queremos o anhelamos.

Valdría la pena preguntarnos cuántas y cuántos, que han querido ser algo en su vida lo han logrado, quienes serán los que tendrán lo que anhelan, y si quienes, alcanzando la meta, vuelven sus pasos para ayudar a los que sueñan y quieren una vida mejor. O será acaso que la mayoría olvida la bondad que les dio la vida al tener lo que quisieron.

Siempre va a valer la pena plantearnos objetivos y planear una estrategia que integre a ese grupo de amigos, o personas que nos ayuden a que el camino sea más sencillo. Por el contrario, nunca será positivo morir en vida, por no soñar, por no tener propósitos que perseguir o causa y fin que justifique vivir.

El yo hubiera querido, el si yo hubiera podido, son dos de dichos que más he escuchado hasta este momento de mi vida, y francamente, siempre que escucho decir eso, pienso en que de plano la vida para esas personas fue muy ingrata, pero luego creo que aún tienen vida y les encomiendo a que no dejen de creer en que lo pueden lograr, que mientras tengamos vida hay esperanza, y que la esperanza nunca muere.

Aunque para saber lo que podemos lograr en la vida, hace falta conocernos e ir forjando un carácter triunfador, también es importante saber que nos van a ir poniendo trabas en el camino, que ninguna vereda a la gloria ha estado limpia de malezas, pero que debemos llevar en nuestra familia, y amigas o amigos los cómplices que nos ayuden en lo difícil o complicado. De lo contrario nosotros nunca olvidaremos que las más grandes batallas solo son libradas por los mejores guerreros.

El mundo no merece estar lleno gente que pudo ser artista y no lo fue, o de quienes quisieron conocer un lugar y no lo visitaron, ni de aquellas o aquellos que desearon tener una carrera, una casa, un auto o hasta a el amor de su vida y no lo tuvieron, pues un planeta que tiene habitantes satisfechos es más probable que sean felices y sonrían con honestidad, que a quienes les pesa la insatisfacción.

Hay quienes creen que ya todo está hecho, que no hay nada nuevo bajo el sol, que el hilo negro ya se descubrió que vivimos en un caos, porque todo es la copia de la copia, y que lo original ya no existe, posiblemente ésta forma de pensar se deba a que estamos bombardeados por las marcas, por los estereotipos, por la imposición de una moda, de cánones de belleza y otras tantas ideas estúpidas que lo único que van logrando a grandes zancadas es dividirnos entre unos supuestos ganadores que humillan, a los perdedores que nacieron, crecieron y morirán sufriendo.

Nada está dicho, ni nadie volvió de la muerte en los últimos años para que nos vengan a decir que no podemos ser mejores, o que no lograremos nuestras metas. Todos merecemos tener lo que más y mejor nos convenga, usemos las uñas de los veinte dedos, y los dientes que nos queden buenos, para aferrarnos a eso que nos hará vivir mejor.

Vamos a realizarnos, seamos los artistas que queremos ser, seamos soñadores eternos, mostremos agallas y coraje antes que cobardía y reales debilidades. No nos dejemos vencer por los vencidos, ni escuchemos o guardemos las críticas constructivas de la gente que nunca ha construido nada. Seamos realistas pero utópicos, seamos lógicos, pero también un poco locos.

Que nada nos detenga, que nada nos impida trascender en la única oportunidad que tenemos en la vida, aprendamos de las águilas su agudeza y precisión, del león su carácter y valor, del colibrí su belleza y amor por los alimentos dulces, y sobre todo del prójimo, la humanidad.

Lo que no hagas tú no lo hará nadie por ti, pues inclusive si es algo mal realizado será muy tuyo, y tendrá tu esencia, tu tiempo, tu valor, tu talento, lo que le hará único, especial e irrepetible.