ARENA SUELTA
POR TAYDE GONZÁLEZ ARIAS
La lectura en nuestro país sigue siendo una actividad de poco interés y a la que sólo se le invierten cinco horas a la semana, es decir ni siquiera el tiempo que debe durar un buen sueño, contemplado por los expertos que debe ser de ocho horas. Los países asiáticos son los que siguen llevando la batuta a la hora de los números positivos respecto a los lectores.
Considerando que el libro más leído en los últimos años ha sido el de “el señor de los anillos”, no resulta complicado resumir que nos gusta la fantasía, y que, si bien es cierto que los libros y sus historias nos hacen viajar al infinito, desbordan nuestra imaginación, e invitándonos a la creatividad, lo cierto que es que como en el coctel de frutas cada fruto tiene su propio sabor, así cada género literario debiera explorarse para estar enterados de las ultimas noticias, y tener tema de conversación, o incluso para propiciar el análisis frente a los grandes teóricos que han sustentado la bueno y lo malo en el vivir del hombre y la mujer e incluso lo que está por venir.
Se dice que los hombres somos los que más leemos noticias, y se pudiera inferir que es porque hay que ver cómo es que se va a proveer en los tiempos que están por venir, sin embargo, debido a que se han modificado los roles en los últimos tiempos y se han vuelto proveedoras cada vez más mujeres, el periódico, El Economista, pronto tendrá que cambiar su información.
Más allá de la Biblia, o el Corán, que han sido según Récord Guinness, los más vendidos de la historia, y que merecen un análisis mucho más amplio y especial, vale la pena preguntarnos, ¿ qué estamos leyendo? y ¿ cuánto nos aportan para el bien vivir esas lecturas?, pues si bien es cierto que se debería leer por placer, muchos de los niños y jóvenes en edad escolar son obligados a leer tal o cual título, y al tomar la actividad como obligatoria, comienza la barrera que poco a poco va alejando de la posibilidad de hacerse un amante de la lectura.
La mercadotecnia, con todo su conjunto de técnicas y estudios que tienen como objeto mejorar la comercialización de un producto, hace tiempo que se apoderó de la industria editorial, gracias a ello las brillantes portadas y los títulos hasta cierto grado amarillistas, o en tercera dimensión han logrado mayor éxito en ventas. Sin embargo, los clásicos que no alcanzaron reedición, los que no tuvieron quien los reviviera, han quedado con los mismos tonos opacos, aunque su contenido nunca vaya a poder ser superado en brillo.
Hoy, gracias a esa mercadotecnia de los libros, México se volcado a la lectura de un texto al que su autora ha puesto por nombre “Emma y las otras señoras del narco”, y se trata de su octavo trabajo, antecedido por los títulos: La familia presidencial, Fin de fiesta en Los Pinos, Los cómplices del presidente, Los señores del narco, México en llamas. El legado de Calderón, La verdadera noche de Iguala. La historia que el gobierno trató de ocultar, El traidor. El diario secreto del hijo del Mayo, todos ellos escritos entre 2005 y 2019, mientras que éste año (2021), sorprende con una referencia especial a la condenada por el gobierno de Estados Unidos de América, el pasado 30 de noviembre a tres años de prisión por lavado de dinero y tráfico de drogas; Emma Coronel Aispuro.
Si todo se quedara en el título de un libro, posiblemente no tuviera tanto auge como el que está teniendo, incluso y con todo respeto a la autora, haciendo a un lado los múltiples premios que ha recibido alrededor del mundo por su trabajo en el medio del periodismo de investigación, pero como se “atrevió” a meterse con las “caras bonitas”, que en los programas de revista se ven en los contenidos “selectos “, que desde hace años nos brinda la televisión abierta, y en donde se ven sólo rostros perfectamente maquillados e iluminados, ahora todo mundo quiera saber qué fue lo que realmente pasó, o bien para justificar las lágrimas derramadas, para bailar “el bombón asesino” o por qué no recordar la de “que te la pongo” del Garibaldi de finales de los 80s.
En verdad, ¿nos sorprende saber de la relación del medio artístico con el crimen organizado?, ¿en serio somos tan inocentes como para considerar que quienes no han sido ni claros ni honestos en su vida pública y privada pueden ser ahora exonerados de éstos señalamientos? No lo creo, y no hay modo de decir que la burra no es parda, cuando se tienen sus pelos en mano.
Lo que apura, de éste libro que está vendiéndose “como pan caliente” y tras ser presentado en la Feria del Libro de Guadalajara, la más importante del país, es que, si es que va a venir otro título, por qué la autoridad no ha hecho nada, por qué han sido ciegos y sordos, y siendo miles los que conforman sus corporaciones y ganando muchos muy bien, no proceden, y nos dejan ver al mundo con mofa, por tener hasta un libro de implicados en libertad, haciendo entretenimiento y hasta como diputados.