Arena suelta

Por Tayde González Arias

“El día cero”

No hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza, como dice el viejo dicho mexicano, pues hoy en materia de escasez del agua o crisis hídrica es más que acertada y nos ha alcanzado.

La preocupante situación en la que se encuentran los doscientos diez embalses con los que contamos en nuestro país (México), nos deben de alerta y enciende el foco rojo a toda nuestra nación azteca, por que cinco de ellos ya se encuentran completamente secos, veintitrés están a menos del diez por ciento de su capacidad.

Lo que son las cosas, sabiendo que la capital del país se alzó sobre un lago, y que por eso incluso se está hundiendo. La extracción del agua del lago de Texcoco, y la contaminación de sus otros cinco lagos, no se ha detenido, y pese a pseudo programas de conservación o cuidado del vital líquido, ninguna acción ha sido tan efectiva como para evitar la sequía y el incremento de movimientos y manifestaciones y protestas pidiendo se les proporcione el servicio de agua potable, no sólo no tienen eco, sino que el gobierno se ha visto y se verá rebasado, mientras piense solucionar la falta de agua a billetazos, o anunciando en medios proyectos millonarios que no incluyan el quehacer tan siempre de reforestar, cuidar los bosques y ser más firmes en las penas de quienes dañan o afectan a los bosques, es decir, sin que se comprenda que sin árboles no hay agua, y sin agua no hay vida.

El próximo 22 de marzo, con qué cara vamos a celebrar el día mundial del agua, cuando en lugares como Zitácuaro Michoacán, la presa que alimenta el sistema Cutzamala no logró llenarse en la temporada de lluvias, y se está vaciando para mantener Valle de Bravo, afectando para la entrega de éste escrito, a la agricultura e incluso al turismo de éste último lugar al que hago referencia.

Hay una culpa generalizada en la sequía de México y el mundo, comenzando por las empresas que sin escrúpulos usan cantidades industriales de agua, y contaminan arroyos, ríos, mares y hasta el aire, por lo cual es momento de que todos seamos conscientes en serio sobre el cuidado del agua, pues sólo así podríamos detener el ya anunciado como “día cero”; 26 de junio del 2024, que sería la fecha en la que la capital mexicana y el valle de México se quedaría sin agua.

El lema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para celebrar el día mundial del agua de “agua para todos”, no sólo son letras, se trata de un grito de auxilio, para lograr por fin una gestión sostenible del agua. Es necesario que no se politice el tema de escases del agua, y que, de ser así, sea comprendido con razón y empatía, a sabiendas de que los billetes no se beben, ni se comen y que no todos tenemos para vivir con sistemas de clima electrónico, pues además que enferman o afectan, nunca se compararon con un clima ideal, como los que se supone teníamos en México.

Ya nos alcanzó el tiempo, los insoportables rayos del sol, a la luz, y el frío a la sombra, son los avisos de que los campos no estarán en condiciones de ser cultivados y menos cosechados, es decir además se sufrir de sed, también moriremos de hambre.