- Música, churipo, artesanías y un gran ambiente.
Lamberto Hernández Méndez
ARANZA (Paracho), Michoacán.- La palabra Arantzani, del purhépecha, que significa Comer Poco, pudiera ser hasta contradictorio, dado que aquí, en esta comunidad, la gastronomía es variada y rica, el tradicional churipo y las corundas, no falta en las casas, máxime, en el día del santo patrono, San Jerónimo, el 30 de septiembre de cada año.
Aranza, se encuentra en la meseta purhépecha, a más de 2 mil 215 metros de altura, por lo que el clima, es frío; rodeado de cerros, entre ellos, el imponente cerro del Águila.
A ciencia cierta, se desconoce la fecha de su fundación, pero fue antes de Paracho y Cherán, ya que cedió terrenos a estos poblados para su establecimiento. Se sabe, que fue la segunda ciudad más importante, después del imperio de Tzintzuntzan. Desafortunadamente, a la llegada de los españoles, hace más de 500 años, se perdieron muchas costumbres y tradiciones, así como su lengua materna.
Aranza, se caracteriza por su artesanía, la música, gastronomía y sus danzas. A partir de la hispanización, se tomaron otras costumbres españolizadas y otras de burla, como la danza de Los Viejitos, que retratan a los invasores de piel blanca, con dolencias por doquier, pero con la fortaleza de un nativo.
Son varias las festividades conmemorativas, principalmente religiosas, como la Santísima Trinidad, San Juan o la del Niño Chichihua, el 25 de diciembre, pero, la patronal, San Jerónimo, el 30 de septiembre, podría ser la más grande.
En entrevista con Jaime Equihua, promotor cultural, oriundo de Aranza, comentó que, en lo referente a la artesanía, se elaboran aquí, rebozos, en taller de cintura o patakua, así como vestidos, blusas o camisas, a base de punto de cruz, también una gran diversidad en juguete de madera, como el trompo, yoyo, pirinola, balero, etcétera.
Comer Poco, en el día de la fiesta patronal, es una contradicción, en varias casas, elaboran churipo y corundas para la familia e invitados, la plaza del pueblo se llena de puestos que expenden carnitas de puerco, tacos de los que gustes, atole de grano de elote azul, cajeta, obleas, dulces, uchepos y pan de horno.
La procesión con la imagen de San Jerónimo, por un grupo de jóvenes elegantemente ataviados; un grupo de doncellas con la vestimenta tradicional y varias bandas de música, que recorren varias calles del pueblo, hasta llegar a la iglesia. En la pérgola, una banda sinfónica, interpreta varios temas musicales y por la noche, baile popular y los jaripeos rancheros los dos días siguientes.